A.E.

Era un día lluvioso, y una prima quería comprar un vestido para una fiesta, ya era de noche, y fuimos a un centro comercial, llamado “La gran plaza”… buscamos hasta cansarnos, y no encontramos nada.

La mañana siguiente, ella quería seguir buscando… el clima seguía horrible, no tenía ganas de ir, pero acepté.

Llegamos a “Plaza Galerías” a las 2 pm, y comenzamos a buscar unos zapatos para mi primo, y ropa y más ropa para él.

Siendo honesta, yo estaba tan aburrida, que comencé a ponerme de mal humor… y seguí así por un rato, hasta que por milagro, terminamos con las compras de mi primo, y comenzamos con la de mi prima, (yo no tenía planeado comprar nada, pero es más divertido ver ropa y zapatos de mujer, a de niño de 9 años).

Vimos una tienda de ropa qué está justo frente a h&m… en mi vida había comprado en esa tienda, pero entré con mi prima solo a ver.

Entré buscando unos Jeans, porque ya no tenía… y buscando tallas, se acercó un niño, súper cute… alto, con una barba on point, lentes bonitos, y … cuando lo vi, solo sé que me quedé sin palabras… me comenzó a hacer plática, y se la seguí… pero yo no entendía porque mis manos no dejaban de ponerme el cabello detrás de mi oído, y porque hacía una risa que no conocía. 

Él es de esos niños que ves pasar, pero jamás te imaginas que podrás llegar a hablar con uno.

Me preguntó mi talla de pantalón, le dije sin dudar, -Soy 9.- me miró y se rió, (Yo me enojé un poco, pensando que se estaba burlando de mi…)

Rápido me contestó y me dijo,-No… tu eres talla 4.-

Tenía mucho que no compraba pantalones, así que le dije que estaba bien.
Me recomendó unas blusas, y las tomé… fui al probador, y varias cosas me gustaron, sólo que, yo no tenía planes de comprar nada.

Justo cuando salí me siguió hablando… yo lo evité porque me ponía muy nerviosa y caminé al otro extremo de la tienda, cuando me asomaba lo veía hablando con un compañero de trabajo, y parecía que hablaban de mi… (Pero no lo creo, porque niños como ellos, no hablan de niñas como yo).

Salí, y su compañero me comenzó a atender, me dijo que tenía unas cejas muy bonitas, y me ayudó a escoger más ropa. 

El niño cute, siguió hablándome, y yo seguí poniéndome roja.

Terminé comprando mucho más de lo que tenía planeado, y justo antes de irme, le pedí su contacto.

Mi prima siguió con sus compras, y yo ya no estaba mal humorada, porque sabía al menos su nombre. 

Lo comencé a seguir, y el a mí… me entusiasmé cuando me di cuenta que él fue el que me hablo primero.

Me preguntó si vivía en aquella ciudad, le dije que no… así que me ofreció un tour con guía incluido. Acepté sin dudarlo, lo que no le dije, es que yo viví ahí por 15 años… no necesitaba ningún tour, porque conocía muy bien aquella ciudad.

Hablamos sin parar ese día hasta las 2 am, nos dimos cuenta de que teníamos mucho más en común de lo que creíamos.

Al día siguiente, yo tenía un evento muy importante, por el que había trabajado sin parar por meses. 

Terminó el evento, y quedamos que él pasaría por mí, y tendríamos una cita… era la primera vez que yo me atrevía a hacer algo así.

Y, yo estaba muy nerviosa, porque según yo… los niños “cute” como él, no eran tan atentos, no contestaban tan rápido, y no eran tan perfectos como él.

Así que comencé a pensar qué quizás no estaba tan guapo como yo lo recordaba, busque fotos de él, pero no había. Sólo me quedaba esperar, y volverlo a ver.

Llegó, en su carro blanco… y lo vi, y si… si me volví a poner roja, y él también.
Me subí, comenzamos a platicar, y no sabíamos a donde ir, ya que ambos éramos más de tomar café, pero ya eran las 10pm.

Mientras el manejaba, no podía parar de verlo, y pensar, ¿en verdad eres tú, el niño súper atento, y lindo? Me sentí muy afortunada.

Fuimos a un lugar llamado Chapultepec, era sábado, y había muy buen ambiente, pero mucha gente.

Me dijo que había un café que le gustaba mucho, y comenzamos a caminar… caminamos bastante, pero cuando llegamos, valió la pena… había velas, flores, y muy buena música.

Pedimos una limonada, y platicamos un buen rato.

Comenzó a llover, y esperamos un ratito a que se bajara, cuando sucedió, salimos… (aún llovía, pero le dije que no tenía problema)… Yo traía vestido, y zapatos que no puedes mojar, así que regresamos al lugar dónde estábamos, y pedimos un uber, para que nos llevara a donde habíamos dejado el carro.

Yo estaba mojada, y tenía mucho frío, tanto que no podía dejar de temblar.

Él me preguntó si me podía abrazar, para calentarme un poquito, y acepté. (¿Quién en estas fechas pregunta eso? Creo que ahí me di cuenta, que me comenzaba a gustar).

El uber llegó, nos dejó en el carro, y después él me llevo a mi casa. Cuando llegamos, seguía lloviendo, él se bajó, me acompañó a la puerta, y se despidió con un beso en la mejilla… sentí que estaba en una película, o algo así.

Nos escribíamos todo el tiempo. No soy de hablar mucho por texto con la misma persona, porque dejo de contestar, pero con él, era diferente.

Volvimos a salir el día siguiente, y cuando llegó yo estaba en ropa deportiva, y sin arreglarme tanto, a diferencia de la noche anterior.

Vimos una película francesa, y por primera vez, sus brazos se sentían cómodos, tanto, como para quedarme dormida.

Al día siguiente le presenté a una de mis mejores amigas, y ese día, regresando a casa, me dijo que, acababa de salir de una relación muy larga y dolorosa, y por el momento, no quería algo más.

Después de ese día no lo volví a ver, seguimos hablando, pero en ningún momento estuve triste, o me arrepentí de haber salido con él, porque aún que fue muy corto, no existía la posibilidad de que esto ocurriera, pero sucedió.
Supongo que estaba destinado a ser.


Pienso, que hay relaciones que llegan a durar mucho, y no te hacen sentir tanto, y no llegas a hacer tantas locuras… y después llega alguien, y en 2 semanas, te hace recordar, lo que es ser joven y estar enamorado.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Review of Everybody sees the ants

ANTES DE COMENZAR